Vivir con miedo se ha vuelto rutina en Cristo del Consuelo. Ese popular barrio del sur de Guayaquil se ha convertido en una de las zonas más peligrosas de la ciudad. Y no en sí por los asaltos ni robos a personas, sino porque este sector es uno de los bastiones en donde habitan y trabajan los miembros de las bandas criminales más violentas del país.
Cada fin de semana, las angostas calles de esa zona se llenan de motorizados que forman caravanas con alcohol, drogas, mujeres y armas. En calles como la 8 y la 9, el ruido de la música es ensordecedor. Bachatas, reguetón y salsa son los géneros que más se escuchan los sábados y domingos.
Otros sonidos frecuentes son los disparos de pistolas, subametralladoras y revólveres. Los tiroteos generalmente ocurren afuera de discotecas y paraderos clandestinos que existen en todo el sector. En esos sitios se ofertan cervezas importadas y licores de etiquetas exclusivas. Los hombres utilizan joyas y zapatillas de marca. 
Esa información ha sido levantada por miembros de Inteligencia de la Policía. Los agentes tienen informes de que este sector es territorio de una banda criminal que se dedica al sicariato y que opera en la ciudad entera. 
Código del silencio
El brazo armado del grupo es tan temido por la gente de la zona, que la mayoría prefiere vivir en silencio. “Ahí todo el mundo camina armado. Si uno habla o dice algo, le meten un tiro fácilmente o le llenan la casa de balas”, cuenta un hombre que vivió en ese sector hasta abril de 2022. Él huyó con su familia a una parroquia en el norte de Guayaquil. El ciudadano dice que no le sorprendió el atentado con explosivos del domingo 14 de agosto de 2022, pues siempre escuchaba que había disputas entre cabecillas.
“Entre ellos siempre se lanzan amenazas. Corren la voz de que los van a perseguir y que les meterán bombazos”, relata. Lo que sí le causó asombro fue que el presidente Guillermo Lasso haya recorrido el barrio el domingo 14 de agosto de 2022. “Eso no había pasado nunca, ninguna autoridad ha visitado el barrio. La Policía patrulla; pero no hace mucho, porque las bodegas nunca las descubren”, aseguró el ciudadano.
La Policía también tiene información de esas bodegas. Los agentes señalan que son depósitos de drogas que operan en la zona. Y confirman que la cercanía de Cristo del Consuelo con accesos a los esteros y ríos la vuelven un punto estratégico para las mafias.  
Por eso, hace dos semanas detuvieron a uno de los cabecillas de esta red de sicarios. El sospechoso fue capturado junto con 15 miembros de su banda. Los datos oficiales apuntan a que tenían en su poder más de 27 kilos de heroína.  
La Policía dice que desde esa zona se controla la logística en el envío de droga a los puertos. Por eso indagan si el atentado del domingo 14 de agosto de 2022 tiene relación con unos decomisos recientes, de 3 toneladas.  
Zona violenta
En Cristo del Consuelo, cada mes hay asesinatos violentos. Uno de los últimos ocurrió en mayo. Dos hombres fueron asesinados cuando estaban en una fiesta. Desconocidos a bordo de una moto les dispararon más de 12 veces.  
Desde esas muertes, en el sector las bandas incrementaron los recorridos nocturnos para afianzar su poder. Incluso, en las últimas fiestas de Guayaquil recorrieron las calles del centro de la ciudad en caravanas de motos. Los desconocidos bebían licor y escuchaban música mientras transitaban con mujeres semidesnudas. Todo quedó grabado en videos que se difundieron por redes sociales.  
El Gobierno, con el estado de excepción decretado tras el estallido del domingo, pretende recuperar el control de la zona. Mas, la gente dice que la presencia de uniformados no garantiza su seguridad; incluso evitan hablar con la Policía. Ni la recompensa de USD 10 000 les incentiva a contar lo que ocurre en ese barrio. Eso lo ha confirmado el mismo Gobierno. Hasta el cierre de esta edición, no se ha recibido ni una sola llamada a pesar de la recompensa ofrecida.