Bruno Mars se vio atrapado en un acalorado debate sobre la apropiación cultural durante el fin de semana que pasó. Esto, luego de que un activista acusó a la estrella del popular álbum 24K Magic de ser un buitre cultural que se beneficiaba de la música negra tradicional.
La «apropiación cultural», según el Diccionario de Cambridge, es «la acción de tomar o usar cosas de una cultura que no es la tuya, especialmente sin demostrar que entiendes o respetas esta cultura».
La madre de Bruno Mars es filipina y su padre es puertorriqueño y judío.
Pero Bruno Marse es conocido por mezclar funk, soul, R & B, reggae y hip-hop en su música, géneros que son histórica y tradicionalmente afroamericanos.
«Bruno Mars es 100% un apropiador cultural. No es negro, para nada, y juega con su ambigüedad racial para mezclar géneros», dijo la autora y activista Seren Sensei para The Grapevine, una serie web sobre temas afroamericanos.
«Lo que hace Bruno Mars es tomar un trabajo preexistente y él, palabra por palabra, lo recrea completamente», siguió. «No lo crea, no lo mejora. Es un cantante de karaoke, un cantante de bodas, la persona que contratas para hacer covers de Michael Jackson y Prince. Sin embargo, Bruno Mars tiene un Grammy por álbum del año, y Prince nunca ganó un Grammy por álbum del año», agregó.