El gobierno provisional de Bolivia envió este miércoles la convocatoria a elecciones generales, un paso importante para normalizar el país, convulsionado tras la anulación de los comicios de octubre, mientras la OEA le demandaba «urgentemente» desde Washington que lo haga.

Mientras, la fiscalía confirmó el miércoles la muerte de ocho personas en enfrentamientos la víspera, con lo que el número de fallecidos subió a 32 desde que estalló la violencia social en el país hace un mes, según cifras oficiales y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La presidenta interina, Jeanine Áñez, dijo en la mañana que aunque todavía no está definido el mecanismo legal: una ley congresal pactada con la oposición o un decreto supremo presidencial, que prescinde del parlamento.

Al tomar las riendas del país hace una semana, tras la renuncia de Evo Morales, Áñez, una senadora de derecha de 52 años, asumió la prioridad de convocar a elecciones, así como la formación de un nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE), ente encargado de convocar y organizar comicios, luego de que todas sus autoridades fueron detenidas.

La bancada de Morales entregó esta jornada al Senado, donde es mayoría, un proyecto de ley que anula las elecciones de octubre, elige un nuevo Tribunal Supremo Electoral y llama a nuevos comicios. El documento fue enviado a análisis de una comisión.

Propuesta de tribunal electoral interino

El excandidato centrista Carlos Mesa, que fue derrotado por Morales en las anuladas elecciones, propuso este miércoles a Áñez enviar un proyecto de ley al Senado para proponer un nuevo órgano electoral «de manera interina, por un año». Además que «establezca una fecha para el día de las elecciones», con «límites de tiempo claros».

Mesa, que respalda el gobierno provisional de Áñez, se reunió este miércoles con delegados de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la Iglesia católica y del Ejecutivo para lograr consenso, en un proceso que es observado de cerca también por la Unión Europea y Naciones Unidas.

La OEA aprobó este miércoles en Washington una resolución para pedir que Bolivia llame «urgentemente» a nuevas elecciones, instando a los bolivianos «al inmediato cese de la violencia» y pidiendo a las autoridades garantizar «de manera plena e irrestricta» la protección de los derechos humanos. (I)