Un total de 3200 personas, entre autoridades locales, municipales, sociedad civil y familias usuarias de los servicios del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) en Loja, Zamora Chinchipe y El Oro, participaron este sábado 23 de junio en la movilización interinstitucional en contra de la violencia a las niñas, niños, adolescentes, con la toma simbólica de las principales plazas de estas provincias.

Esta actividad se efectuó en el marco de la campaña “Ni una y ni un guagua menos”, que es promovida por el Gobierno Nacional con el objetivo de profundizar la consciencia y compromiso de toda la sociedad con la garantía de los derechos de la niñez y adolescencia.

La “Toma del parque lineal” recrea la toma de los lugares públicos que realizan las comunidades indígenas de la Sierra ecuatoriana desde una perspectiva intercultural, reconociendo y valorando las prácticas culturales ancestrales de la celebración del Inti Raymi o Fiesta del Sol.

“Nos tomamos el parque lineal para desnaturalizar la violencia, para generar conciencia en las familias de los usuarios de nuestros servicios, y lograr la corresponsabilidad con los Gobiernos Autónomos Descentralizados, con los Ministerios del Gobierno Nacional, con las instituciones de la sociedad civil, nos tomamos festivamente las plazas, parques y los lugares públicos, para presentar nuestro rechazo a la violencia” manifestó Piedad Fernández, directora del MIES en Zamora Chinchipe.

Esta concentración se llevó a cabo simultáneamente en los cinco distritos que pertenecen a la Zona 7: Calvas, Loja, Piñas, Machala y Zamora Chinchipe, con la representación de cada autoridad distrital.

Miguel Ángel Cañar, usuario de Gerontología en Centinela del Cóndor, resaltó la importancia de estos eventos en la comunidad. “Como padres debemos brindar a nuestros niños y niñas: familias, comunidades, instituciones que los respeten y les brinden cuidado amoroso, pero sobre todo oportunidades para su desarrollo pleno”, expresó.

Cifras nacionales demuestran la existencia de una cultura de violencia hacia niños, niñas y adolescentes que permea a toda la sociedad ecuatoriana. El 47% de los niños y adolescentes afrodescendientes es golpeado por sus progenitores cuando cometen una falta, frente al 29% de los mestizos y al 42% de los indígenas.